«El Gobierno va a dar un paso más para eliminar las raíces cristianas de España»
Careta de papel pintado es la de la corrección política de este gobierno de izquierdas paganas, una careta que ya no se le sostiene empujada por el bulto enorme de su narizota de pinocho, y lo que deja ver la caída de esa máscara es un plan de control masivo del pueblo español, de una dictadura apóstata y libertina basada en el embrutecimiento de las gentes de este país. Pasito a pasito y tras ese velo de lo in y de lo moralino se van nuestros gobernantes socialistas pasando por el forro las libertades de los españoles. Ahora el plan del Señor Zapatero por convertir a esta gran nación en una patria sodomita, que empezara con la negación de la presencia de las raíces religiosas en nuestra constitución, ahora arremete contra la presencia de sus símbolos en las aulas escolares. Y yo me pregunto qué será lo siguiente: ¿tendrán nuestros hijos que esconderse para orar y se les suspenderá y tachará de locos por hablar con Dios?, ¿volveremos a la persecución del cristianismo y seremos los practicantes objeto de ninguneo y represión?, ¿serán acaso reemplazados los tres Reyes Magos por Guevara, Zedong y Chávez a lomos de unos burros y la cabalgata del día de Reyes será otra ocasión para el pavoneo de bonitos maricones?, ¿Se empezarán a destruir catedrales, iglesias y capillas para levantar burdeles, sex shops y sindicatos?, ¿la Semana Santa será muy pronto época de conmemoración de brujos y hechiceros?
Por mi parte yo les digo que si es ese el futuro que nos espera yo prefiero bajarme de este carro, qué digo carro, de esta carroza de travelos en la que se convierte España, porque para ver mi patria convertida en un carnaval de hijos de Sodoma embadurnados de aceite, brillando apetitosos al sol, contoneándose y dándose azotitos en sus culos de mármol yo ya tendré la eternidad en los infiernos si no hago nada en contra de este gobierno de pecado, por eso alzo mi voz e invito a mis compatriotas, al menos a los que aún sean cristianos, a no callar ante estos actos que atropellan nuestros derechos y a no sucumbir ante los neones del placer de esta Sodoma ibérica, por más apetitosos que parezcan sus voluptuosos manjares.
